miércoles, 31 de octubre de 2012

Rechazando al enemigo


“Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib rey de los asirios e invadió Judá y acampó contra las ciudades fortificadas, con la intención de conquistarlas”
(2da. Crónicas 32:1)
▲ Aunque el enemigo se levante contra nuestras vidas,
debemos tener fe en que el Señor nos dará la victoria

En este día quiero comenzar con esta palabra: cuando un creyente se vuelve al Señor, reconociendo su pecado, se santifica y empieza a servirle, comienza a moverse en un nivel espiritual de bendición y abundancia. Pero también es muy probable que el enemigo se levante y venga contra su vida.

Eso le sucedía al pueblo de Israel. Ellos habían caído en pecado por medio del rey Ezequías, pero luego se arrepintieron y destruyeron las imágenes de otros dioses y fue cuando decidieron mantenerse fieles al Dios de los Cielos. En momentos así, de tomar decisiones tajantes, es cuando el enemigo se levanta contra nuestras vidas, pero no debes temer, porque el Señor nos dará la victoria.

martes, 30 de octubre de 2012

El “método” de Dios



“Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”

 (Jeremías 29:13)
▲ A medida que leemos la Biblia y estudiamos la
vida de Cristo, Dios se vuelve un Amigo personal y amoroso

Adán y Eva, la pareja del Edén, conocían a Dios como a un Amigo. Pero después de que pecaron, se separaron de su Creador y se escondieron; el pecado nos separa de Dios. Pero Dios no dejó al hombre en esa condición. Él fue en busca de nuestros primeros padres (lee Gé. 3:8-10). Desde que el hombre fuera expulsado de Edén, ha tenido que encontrar a Dios por otros medios, aunque en realidad Él “no está lejos de ninguno de nosotros” (Hech. 17:27).

Pero siempre hay algunos que parecen determinados a encontrar a Dios a su manera. Se niegan a seguir el método que Él establece en su Palabra ¡y luego se preguntan por qué no lo pueden encontrar! En este punto es donde aparece con frecuencia el que engaña a tantos, el que engañó a Adán y Eva, “el dios de este mundo”. Pero no seremos engañados si seguimos el método de Dios.

lunes, 29 de octubre de 2012

Lealtad hasta el fin


“Y Mefi-boset dijo al rey: Deja que él las tome todas, pues que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa”
(2ª Samuel 19:30)
 La historia de Mefi-boset es uno de los ejemplos
más claros de lealtad hacia su señor


Mefi-boset era un descendiente de la casa de Saúl, quien fue un tenaz perseguidor del rey David, pero a pesar de ello éste le devolvió las propiedades de su padre Jonatán y le permitió vivir como huésped en su palacio real en Jerusalén. Sin embargo, cuando Absalón hijo de David se rebeló, el rey debió huir de Jerusalén, y Mefi-boset (que era lisiado desde los cinco años) no pudo seguirlo en el exilio.

Al regresar David a su palacio, luego de sofocar la rebelión de Absalón, acusó injustamente a Mefi-boset de deslealtad, y decidió quitarle la mitad de su patrimonio para dárselo a Siba, un sirviente que había levantado un falso testimonio contra Mefi-boset. Pero éste, en lugar de airarse y rebelarse contra David, le dijo que su sirviente Siba podía quedarse con todas sus tierras, “pues el señor mi rey ha vuelto en paz a su casa”. ¡Qué poderoso ejemplo de lealtad a pesar de la injusticia!

domingo, 28 de octubre de 2012

¡Mantén viva tu llama!


“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”
(1ª. Juan 5:4)
Entre los griegos antiguos, el vencedor de una carrera
era el que llegaba a la meta con su antorcha ardiendo


Hoy en día estamos tan preocupados con nuestra vida diaria que corremos el riesgo de que la llama de nuestra vida espiritual se apague. Una mujer comentó que su vida era un correr constante y que se dio cuenta que las preocupaciones podían hacerle perder su relación espiritual con Dios. “Hay mucho riesgo en ocuparse solamente de la vida apresurada que llevamos -dijo-. Los problemas diarios hacen que nuestra vida interior comience a apagarse”.

Claro que la mujer se refiere a una vida llena de preocupaciones en la que Dios no tiene el primer lugar que se merece. En este sentido debemos preguntarnos, ¿en qué estamos empleando nuestro tiempo? ¿Cuál es el propósito de nuestra carrera de todos los días? ¿Estamos queriendo resolver todo a nuestra manera, o estamos entregando todo en las manos de Dios, convencidos de que Él tiene el tiempo exacto para cada cosa? ¿Estamos permitiendo que nuestra antorcha espiritual se apague mientras buscamos resultados inmediatos?

sábado, 27 de octubre de 2012

Más duro que la piedra


“¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?  
(Jeremías 23:29)
▲ En un corazón sumiso y humilde reside el poder de Dios

Muchas veces las circunstancias que les toca vivir han producido en algunas personas una dureza en su corazón, que se vuelve tan inquebrantable como un diamante que parece resistir a todo.

Muchos han sido abandonados de pequeños; algunos puestos en orfanatos, otros criados por un familiar insensible, y eso los ha llevado a hacerse duros e indiferentes. A otros les ha tocado ganarse el pan desde muy pequeños; otros han  sufrido daños psicológicos y morales que endurecen el corazón hasta volverlo tan duro como una piedra.

viernes, 26 de octubre de 2012

“Comunión” es “unidad”


"Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre"
(Hebreos 10:24-25)
▲ Es una enorme bendición poder reunirnos en la
presencia de Dios para alabarle y escuchar su Palabra


El Señor Jesús no nos dio su salvación para que luego continuáramos solos por la vida. Por el contrario, dice la Palabra que Él fue a la cruz y murió en ella “para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos” (lee Juan 11:52). Es por eso que a partir de su Resurrección, todos los creyentes estamos fuertemente unidos por medio del Espíritu Santo.

Pero esa unidad tiene que notarse. Sabemos que los primeros cristianos “perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (lee Hechos 2:42). Y hoy en día, ¡qué bendición cuando los creyentes, conducidos por el Espíritu Santo, nos reunimos en la presencia de Dios para alabarle y escuchar su Palabra!

jueves, 25 de octubre de 2012

La grandeza de la humildad (II)


“Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”
(Mateo 11:29)
▲ ¡Cuántos afanes y preocupaciones trae al ser
humano el preocuparse constantemente de sí mismo!

Jesús en persona nos enseña en este pasaje del Libro de Mateo que la humildad es una virtud indispensable para vivir una vida de hijos de Dios, en armonía con el prójimo. Traerá además alivio a nuestras almas al permitir que descarguemos las preocupaciones propias de un ego que busca solamente su autosatisfacción. ¡Si fuéramos conscientes de cuántos afanes y preocupaciones trae al ser humano el preocuparse constantemente de sí mismo!

Por el contrario, si somos humildes, sabremos que dependemos los unos de los otros y veremos la imagen de Dios en cada persona con la que establezcamos contacto, es decir, viviremos con una conciencia de hermandad. Seremos conscientes de que nuestra vida es tan valiosa como la de los demás, más allá de lo que los otros digan y sin necesitar que otros nos aprueben continuamente. Valoraremos el don de la vida sobre todas las cosas y aceptaremos nuestros propios defectos y limitaciones sin llegar a menospreciarnos o sentirnos lastimados.

miércoles, 24 de octubre de 2012

La grandeza de la humildad (I)


 “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”
▲ La Palabra nos exhorta a ver de distinta manera
nuestras relaciones con los demás.
(Mateo 11:29)

Debemos admitir que el trato con el prójimo es con frecuencia una fuente de frustraciones, de conflictos interiores y de oposiciones manifiestas. Pero la Palabra nos exhorta a ver de distinta manera nuestras relaciones con los otros.

Los desencuentros entre las personas se ven en la familia, en el ámbito del trabajo y en todas las esferas de la sociedad. ¿De dónde vienen estos desacuerdos, que a veces parecen insalvables? ¿Tienen su origen (como piensan algunos) en el cansancio, el estrés, o la falta de comunicación? Todas estas razones pueden parecer válidas para muchos, pero la Biblia nos enseña que la primera causa es el pecado. Desde la caída en el Edén, tenemos en nosotros una fuente de maldad; es una parte de nosotros mismos que trata de hacer valer sus deseos egoístas por encima del interés de los demás.

martes, 23 de octubre de 2012

El desierto


 “Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón”
(Oseas 2:14)
▲La marcha por el desierto simbolizó para Israel
un tiempo de amorosa intimidad con el Creador.
 

 “Los  llevaré  al  desierto”,  dice  el  Señor, “y hablaré a  su  corazón”.  Oseas  evoca  la  marcha  de Israel  por  el  desierto  después  de  la  salida  de  Egipto  como  un  tiempo  de  amorosa intimidad con el Creador. El  desierto en  la  Biblia  simboliza  los  momentos  difíciles:  no  hay  agua,  no  hay cultivos,  lo  único  que  se ve  es  tierra yerma y montañas sin vida.  Así  estaba y así se sentía  Israel al momento de salir de Egipto.
 
A  nadie  le  gusta  ir  al desierto, pero  es  necesario  hacerlo, porque  es  allí  donde nos  encontramos dispuestos a una comunión espiritual con el Señor. Resulta abrumador el ruido de nuestro trajín de todos los días: desde las exigencias del trabajo, las necesidades de la familia, pasando por los entretenimientos vacíos e infructuosos de la televisión y la pérdida de tiempo que ponen a nuestro alcance las tecnologías modernas. Todo ello hace que la espiritualidad pase a un segundo plano y que la comunión con el Señor se torne más difícil de alcanzar.

domingo, 21 de octubre de 2012

Corazón de madre


Cuando una mujer va a dar a luz, se angustia, porque le ha llegado la hora; pero cuando ya ha nacido la criatura, la madre se olvida del dolor a causa de la alegría de que un niño haya venido al mundo”
Juan 16:21
▲ ¡Qué bendición el recordar aquellos amorosos momentos 
cuando descansábamos seguros en los brazos de mamá!

El recuerdo de la ternura de una madre amorosa es un bálsamo y una fuente de esperanza cada vez que nos enfrentamos a los altibajos de la vida. Por eso en el Salmo 22, vs. 9 al 15, el salmista escribió: “Pero tú me sacaste del vientre materno; me hiciste reposar confiado en el regazo de mi madre. Fui puesto a tu cuidado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre, mi Dios eres tú”. Aquí el salmista se está refiriendo a Dios y compara Sus cuidados con la ternura de una madre; y así es como nosotros los creyentes debemos tener esa confianza sin límites en el Señor, como la de una criatura que descansa en paz en los brazos amados de su madre. Tan esmerado y amoroso es el cuidado que Dios tiene por nosotros.

En otro pasaje de la Escritura, Isaías nos trae esta declaración del Señor, en el capítulo 66 vs. 13: “Ustedes serán amamantados, llevados en sus brazos, mecidos en sus rodillas. Como madre que consuela a su hijo, así yo los consolaré a ustedes” (Isaías 66:13). Aquí vemos que nuevamente Dios compara Sus cuidados y ternura hacia sus hijos con los de una mamá amorosa y entregada. Y si el Señor, en su inmensa sabiduría, empleó la figura materna para transmitirnos Su amor y Su entrega por nosotros, ¡cuánto más debemos nosotros entender lo importante que son las madres para el género humano!

sábado, 20 de octubre de 2012

La misericordia de Dios


“¿Acaso creen que me complace la muerte del malvado? ¿No quiero más bien que abandone su mala conducta y que viva? Yo, el Señor, lo afirmo”

 “Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Conviértanse, y vivirán! Lo afirma el Señor omnipotente”
(Ezequiel 18:23 y 32, Biblia NVI)
▲ El Señor Jesús reflejó en su vida
el amor, la misericordia y comprensión del Padre


Los versículos que leemos se encuentran en el Libro de Ezequiel Cap. 18, versículos 23 y 32, y nos recuerdan hoy que Dios, en su inmensa misericordia, no busca el castigo, sino la conversión del pecador para que viva.

En el Nuevo Testamento encontramos nuevamente esta verdad: “(El Señor) tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan” (2da. Pedro 3:9; ver también Juan 3:16). Si el pecador se vuelve de sus malos caminos y se torna a Dios, encontrará su misericordia. Sin embargo, es importante recordar que si los justos eligen hacer el mal, Dios olvidará su previa justicia y pueden ser castigados (lee Ezequiel 18:24). No obstante, es claro que Dios no se complace en ese castigo y, por causa de su compasión, quiere que todos sean restaurados y perdonados.

viernes, 19 de octubre de 2012

Viviendo en confianza total


“En Dios he confiado; no temeré”
(Salmos 56:11)
▲ Nuestra vida es mucho más tranquila
y victoriosa cuando entregamos en las
manos del Señor nuestras grandes decisiones

Por más capaces que nos creamos, siempre está la posibilidad de desviarnos por caminos equivocados.  Cuando a pesar de poder decidir bien tus pasos, eliges colocar todo delante del altar de Dios, Él usa tu capacidad y conocimiento para llevarte a grandes conquistas tanto materiales como espirituales.  Sabes que por ti solo no puedes lograrlo todo, pero en Cristo tus capacidades se vuelven más efectivas para lograr grandes metas.

Cuando enfrentas luchas difíciles y cuando tus fuerzas parecen insuficientes para vencerlas, la decisión más sabia es buscar la dirección de Dios. Él jamás perdió una lucha, y seguro en Sus manos, tú tampoco perderás ninguna. La derrota no forma parte del vocabulario de los hijos de Dios. Somos siempre vencedores y los mismos tropezones y caídas del camino cooperan para nuestro bien y edificación espiritual. Siguiendo la dirección del Señor, llegarás a las victorias anheladas y, por fin, a la morada eterna junto a tu Padre celestial.

jueves, 18 de octubre de 2012

Nada quedará oculto



“No hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta

(Hebreos 4:13)
“Examíname oh Dios, y conoce mi corazón;
pruébame y conoce mis pensamientos…
y guíame en el camino eterno” (Salmo 139)


¿Qué persona podría soportar que sus conocidos supieran exactamente todo lo que hace, dice o piensa, aún en su intimidad? Qué vergüenza sentiríamos al saber que nuestros más guardados secretos son puestos ante los ojos de los demás. Pero el Señor, cuyo conocimiento de nuestro ser debería importarnos más que el de las otras personas, lo conoce absolutamente todo sobre nosotros.

El versículo de hoy debería hacernos reflexionar que un día tendremos que dar cuenta de todo lo que hayamos hecho durante nuestra existencia en la tierra. Así es como el perfecto conocimiento de Dios sobre todo lo que se hace bajo el sol asombraba al autor del Salmo 139:7, que escribió: “¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?”.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Como el Sol entre las nubes


“El Señor camina sobre la tormenta, y las nubes son el polvo de sus pies” 
(Nahúm 1:3)
▲ Aunque la tempestad parezca no tener fin, confía en que
Dios ha preparado el tiempo propicio para tu bendición

El versículo de hoy nos dice que “el Señor camina sobre la tormenta, y las nubes son el polvo de sus pies”. Eso significa que Dios ha estado caminando hacia ti, y que toda la tormenta (que es un sinónimo de las circunstancias difíciles de la vida), con sus truenos y vientos huracanados, no han sido más que el camino que Dios ha utilizado para llegar hasta donde tú te encuentras ahora.

Deja que Dios te guíe, confía plenamente y podrás ver que se abrirá la puerta que Él ha preparado para ti, con todo tipo de provisiones. Todas las dificultades: tristeza, decepción amorosa, deudas, pobreza, se terminarán y vendrán a tu vida los días de cosechar las bendiciones, así como la fresca brisa precede a la tempestad. Todo será cambiado sin que tú hagas nada, y verás que las circunstancias se mueven a tu favor.

martes, 16 de octubre de 2012

El poder de la Gracia



“Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro”

(Romanos 5:20-21)
▲ La gracia borra los pecados y ofrece el perdón a todo aquel
que cree en Jesucristo y confiesa sus transgresiones

Nadie pone en duda que, desde que el hombre existe, el poder y los efectos del mal se ven por todas partes y en todas las etapas de la historia humana. Dios llama pecado a esa maldad. La violencia y la corrupción son una prueba evidente de de lo que estamos hablando. Pero de manera poderosa, Dios respondió al desafío del pecado: envió a su hijo Jesús, el cual vino a traernos la gracia y la verdad.

Las bendiciones que trajo el triunfo de la gracia sobrepasan las terribles consecuencias del pecado:
– El pecado corrompe todo y conduce a la muerte, pero la gracia de Dios aparta del mal y da vida.
– Cada ser humano merece el juicio de Dios, pero la gracia borra los pecados y ofrece el perdón y declara justo a todo aquel que cree en Jesucristo y confiesa sus pecados.
– La consecuencia del pecado es la muerte, pero aquel que cree recibe gratuitamente la vida eterna (lee Romanos 6:23).

lunes, 15 de octubre de 2012

Presencia poderosa


“Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”
(1ª. Juan 4:16)
▲ La amistad con el Señor que nos trae gozo,
calma y victoria en nuestro andar diario

 De la lectura de varios pasajes de la Escritura referidos al amor de Dios, resulta claro que Su voluntad es que estemos en íntima comunión con El y que permanezcamos en Su amor

Debemos tener en claro la importancia de los pensamientos que ocupan nuestra mente todos los días. Si nos conducen todo el tiempo a divagar entre las preocupaciones propias y las noticias que nos hablan de desgracias, nuestra condición espiritual será de desánimo y de perturbación constante. En cambio, si llenamos nuestra mente con la Palabra del Señor, ella estará permanentemente en nuestra conciencia y empezaremos a disfrutar de una relación con El que traerá gozo, calma y victoria en nuestra vida diaria.

El Señor está siempre con los creyentes, conforme a la promesa hecha en Mateo 28:20: “(…) he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Pero nosotros como cristianos no seremos conscientes de Su presencia si no dirigimos nuestros pensamientos hacia El; es como estar en una habitación con alguien y no notar que esa persona está allí. Puedo pasar todo el tiempo distraído y salir de esa habitación sin llegar a saber que esa persona estaba conmigo. Nosotros sabemos que Dios siempre está con nosotros, pero es nuestra responsabilidad poner nuestra atención en El y estar conscientes de Su presencia.

domingo, 14 de octubre de 2012

EL PRESENTE EN CRISTO



“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”

(2ª. Corintios 5:17)

▲ Vivir atados al pasado nos impide
recibir las bendiciones en el tiempo presente

Si tuviéramos la oportunidad de regresar al pasado y arreglar las cosas erróneas que hicimos, creo que muchos de nosotros no lo pensaría dos veces. Pero esta es una fantasía que sólo se ve en las películas de ciencia ficción. Las cosas que se hicieron en el pasado no se pueden cambiar, pues como dice ese dicho popular, lo hecho, hecho está. Y si bien es cierto que muchas de esas cosas que hicimos fueron errores enormes, debemos ser concientes que ahora en Cristo, todas las cosas son hechas nuevas.

El tema es que muchas personas viven atadas al pasado, soñando cómo habría sido esto o aquello si hubieran actuado o decidido de otra manera. Y la verdad es que no podemos darnos el lujo de perder así el tiempo, pensando en “lo que hubiera sido”; más bien, debemos ser conscientes del inmenso poder de Dios para cambiar nuestro presente y proyectar una vida de grandes bendiciones presentes y futuras.

sábado, 13 de octubre de 2012

Busca la sabiduría de Dios



“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”

 (Santiago 1:5)
▲ Según cómo nos manejemos en la sabiduría de Dios,
veremos la intensidad del Espíritu Santo en nuestras vidas


 La sabiduría es la capacidad espiritual de considerar y evaluar la vida y la conducta desde la perspectiva de Dios, y abarca tomar decisiones correctas y hacer lo debido de acuerdo con la voluntad de Dios. En la Palabra de hoy, Santiago comienza hablando de la sabiduría, y se refiere particularmente a la manera de superar las pruebas y llegar a la madurez. Es que las pruebas, sin la sabiduría divina, no producen madurez; si se padecen sufrimientos sin sabiduría, no hay madurez. De igual modo, si tenemos conocimiento de la sabiduría de Dios pero no la hemos practicado en una prueba, tampoco habrá crecimiento espiritual.

¿Pero, en qué consiste esa sabiduría? Es la capacidad de ver las cosas como las ve Dios, es decir, contemplar las cosas como son en vez de como se pintan o como parecen, y la habilidad de escoger la mejor opción en cada situación. Es, en otras palabras, la capacidad de seguir el camino que nos llevará al bien, a pesar de los engaños del adversario y de la tendencia pecaminosa de nuestra naturaleza imperfecta.

jueves, 11 de octubre de 2012

Cristo, hoy y por siempre


“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy,  y por los siglos”    
(Hebreos 13:8)
▲ ¡El Señor Jesucristo nunca cambia y
permanece como nuestra Roca inalterable!


¡Qué consuelo es saber que el Dios de toda salvación es el mismo todos los días y para siempre!El Señor es el mismo desde los tiempos del Antiguo Testamento y de los evangelios, y siempre será así para su pueblo: igualmente misericordioso, poderoso y absolutamente suficiente. Él aún satisface al hambriento, consuela al temeroso y da la bienvenida a los pecadores arrepentidos; y asimismo, aún mira desde lejos al soberbio y al de la justicia propia, enseñando a todos los que Él salva a amar la justicia y a aborrecer la iniquidad.

Esta verdad es como un ancla segura para nuestra fe. Significa que los cristianos de hoy no debemos sentirnos conformes hasta no lograr la misma salvación, la misma comunión con Dios, el mismo bautismo en el Espíritu Santo y el mismo poder del Reino que los creyentes de la época del Nuevo Testamento, aquellos que conocieron todas estas cosas por medio de Jesucristo mismo.

miércoles, 10 de octubre de 2012

LLEGAR A LA META



“Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”
Mateo 24:13)
▲ Hay una corona de gloria preparada
para el cristiano al final de la meta


Los cristianos estamos en una carrera que nos llevará a la vida eterna que nos ha sido obsequiada por nuestro Padre celestial. No por merecimiento propio, sino por Su infinita gracia y misericordia para con nosotros.
Pero en esta carrera habrá muchos obstáculos por superar, situaciones que querrán evitar que lleguemos a la meta, situaciones que lejos de darnos fuerzas querrán debilitarnos. Pero es en esas situaciones en las que el verdadero cristiano tiene que analizar qué es lo más conveniente para no abandonar la carrera y llegar a la meta de una u otra forma.

Sabemos que a veces las cosas no resultan como quisiéramos, pero también debemos tener la certeza de que al final del camino obtendremos nuestro galardón. Tendremos siempre presente que el Señor ha sido tan misericordioso en permitirnos acceder a su Palabra y discernir cuál será el destino de felicidad eterna, para todos aquellos que lo amamos y tratamos con todas nuestras fuerzas de perseverar hasta el fin.

martes, 9 de octubre de 2012

FUERZAS RENOVADAS


“Esforzaos todos vosotros  los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón”
(Salmo 31:24)
▲ En la prueba pídele al Señor que aumente
 tu fe, y Él te sustentará con su Presencia


En lugar de rendirnos a la impaciencia o al desaliento, el salmista nos exhorta hoy a  darle ánimo y valor a nuestro corazón en los momentos de adversidad. En el pasaje de nuestro devocional de hoy, el salmista nos está enseñando a los que esperamos en Dios a no desfallecer, sino por el contrario infundir ánimo en nuestros corazones. Nos revela que en los momentos de profunda aflicción, los creyentes podemos esperar la contención y el amparo de la presencia de Dios. Y no es una expectativa ciega la que llena el alma del que espera en el Señor, sino una esperanza firme que sólo la puede dar el sustento de Dios por medio de la fe.

Todo el salmo 31 es en realidad una oración profundamente personal que expresa angustia y lamento a causa de los enemigos (vs. 4, 8), la enfermedad (vs. 9-10) y el abandono de los amigos (vs.11-13). Es útil recordar que Jeremías empleó una frase de este salmo (el versículo 13) para expresar su dolor y temor (lee Jer. 6:25; 20:10); y también Jesús citó las palabras de apertura del versículo 5, mientras estaba en la cruz (lee Lucas 23:46). El salmo 31 expresa el sincero clamor de todos los cristianos que sufren aflicción por causa de la enfermedad, por la opresión del mundo o de los enemigos de la justicia.

lunes, 8 de octubre de 2012

LOS SILENCIOS DE DIOS


“Oh Dios, no guardes silencio; no te quedes, oh Dios, callado e impasible”
 (Salmos 83:1, Biblia NVI)

▲ Levanta tu ánimo y no desfallezcas; ¡cree, confía, 
mantente firme, porque algo grande viene para ti!


Resulta increíble ver cómo las cosas a veces se nos pueden salir de control. Pareciera que un día todo está normal y que eso durará para siempre, pero al día siguiente es todo lo contrario y pareciera que las cosas se complican de manera alarmante.

Lo más difícil de esos momentos para los cristianos, es el sentimiento de que Dios se ha olvidado de nosotros, y se siente como que nuestra sed espiritual no puede ser saciada. Pero no deberíamos olvidar que Dios nunca nos dejará, aunque nos parezca que está guardando más silencio del necesario.

A veces puede darnos la impresión de que Dios está examinando hasta dónde somos capaces de soportar esos silencios, y no es que nos quiera hacer sufrir, sino que quiere moldear nuestras vidas, nuestro carácter, nuestra fe; El está seguro que después de esta etapa tú serás mejor que antes. En los momentos de silencio, debes considerar que El tiene el cuidado de tu vida, de tus necesidades, y sobre todo que su Espíritu está trabajando en tu corazón para llevarte a otras alturas.

Así que levanta tu ánimo y no desfallezcas; cree, confía, mantente firme, porque algo grande viene para ti. Tú has sido llamado a ser un hijo de Dios próspero y productivo. Debes tener en cuenta que Dios está trabajando en ti y ten por seguro que la obra final será impresionante, que conseguirás lo necesario para la tarea que el Señor te encomendó a realizar en esta vida terrenal. ¡Los silencios de Dios son hermosos cuando comprendemos que después de ellos viene algo GRANDE!

Oración: 

Señor Jesús, ayúdanos hoy a comprender que todo tiene un propósito en nuestra vida, aún los momentos en que creamos que no respondes a nuestras necesidades o a nuestras oraciones. Ayúdanos a comprender que Tú siempre serás fiel hasta el fin.

¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo

domingo, 7 de octubre de 2012

CON LA MIRADA PUESTA EN JESUS



“Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
(Juan 3:14-15)

▲ Debemos aceptar la gracia que Dios nos da
por medio del sacrificio de su Hijo en la cruz

Los israelitas liberados de la esclavitud de Egipto atravesaban el desierto de la península del Sinaí. Aunque estaban protegidos de los peligros que los asechaban y eran alimentados con el maná, a menudo se quejaban de Dios. Por eso, como castigo, Dios les envió unas serpientes cuya mordedura era mortal (lee Números 21:4-9).
Entonces el pueblo reconoció su ingratitud y pidió a Moisés: “Ruega al Señor que quite de nosotros estas serpientes”. Moisés oró, pero Dios no quitó las serpientes. Sin embargo, Dios deseaba salvar a su pueblo de esa plaga, pero era necesario que cada israelita tuviera fe. Entonces dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá” (v. 8).

sábado, 6 de octubre de 2012

PROMESAS VERDADERAS


“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”
(Hebreos 11:1)
▲ Nuestra verdadera alegría está en caminar con decisión hacia
lo que nos proponemos, sabiendo que Dios cumplirá su promesa


El tema de la fe en la vida de un cristiano es de vital importancia. La gran bendición en la vida de los hijos de Dios y el motivo de nuestra verdadera alegría está en caminar con decisión hacia lo que nos proponemos, con la certeza anticipada de la victoria. Conocemos a nuestro Padre, creemos totalmente en El y, por eso, vivimos en plenitud de gozo y felicidad.

Sabemos que así debiera vivir un verdadero cristiano, pero ¿hasta qué punto confiamos en las promesas de Dios? ¿Damos por hecho que recibiremos grandes bendiciones, o dudamos hasta que ellas se vuelven realidad? ¿Nuestra fe está afirmada en la certeza de aquello que no podemos ver todavía, o depende de que las veamos cumplidas totalmente?

viernes, 5 de octubre de 2012

Eres vencedor


“Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, señor Jehová! he aquí, no sé hablar, porque soy niño. Y me dijo Jehová: no digas: soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú y dirás todo lo que te mande”
(Jeremías  1:6,7)
▲ Dios tiene un plan para cada uno y cambia
nuestra visión para que podamos concretarlo


Al momento de su llamamiento, el gran profeta Jeremías se tenía a sí mismo por poca cosa. Y cuántas personas habrá que se sienten así de inseguras en muchas áreas de su vida, y por esta razón no emprenden nada y les cuesta arrancar en sus proyectos. Antes de que naciera Jeremías, Dios había determinado que sería un profeta: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué,  te di por profeta a las naciones” (lee Jer. 1:5).

Los creyentes sabemos por pasajes como éste, que el Señor tiene un plan para cada persona, y que Su anhelo es que vivan conforme a Su voluntad y permitan que El cumpla Su propósito en ellas. Sin importar cuál sea la tarea de uno en la vida, siempre Dios promete Su presencia y Su ayuda si permanecemos firmes en la fe.

jueves, 4 de octubre de 2012

Las Escrituras, un testimonio de Dios



“Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley”
(Salmo 119:18)
▲ Entre las líneas de tu Biblia se encuentran los inagotables
tesoros de la sabiduría y el amor de Dios

 Para que las Escrituras nos revelen sus tesoros, es necesario que nuestra voluntad esté dispuesta a que el Espíritu Santo abra nuestros ojos espirituales.Estudiosos en las diversas ramas de las ciencias humanas han tratado el tema del contenido de la Biblia. Según su formación y sus intereses, han llegado a conclusiones bastante distintas. Para algunos, se trata del fundamento de una religión que nació con el pueblo judío y que siglos después se propagó por medio de los seguidores de Jesús y sus apóstoles.

Para los incrédulos, se trata de un invento de la mente humana (a pesar de la advertencia del apóstol Pedro, en el sentido de que “nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” -2ª. Pe. 1:21-). ¡Los más audaces llegan incluso a afirmar que el hombre “creó” a Dios y no a la inversa!

miércoles, 3 de octubre de 2012

El testimonio de la Resurrección



“Aunque (Jesús) fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios”

“Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre”
(2ª Corintios 13:4 – Romanos 6:4)

▲ La limitada visión de la incredulidad sólo acepta
la realidad regida por leyes físicas y naturales


Cuando un cristiano le habla a un incrédulo sobre la vida eterna, a menudo se escucha este argumento: “¡Yo sólo creo en lo que veo!”. Pero esta postura de incredulidad no es exclusiva de los tiempos que corren. En los tiempos de Jesús, algunas personas negaban la resurrección e incluso tenían dudas acerca de la existencia del mundo espiritual. ¿Cómo les contestó el Señor? Citando el testimonio de las Escrituras y mostrándoles el poder ilimitado de Dios. También explicó que en la vida después de la muerte, hay un gran abismo entre los salvados y los perdidos, por lo que es imposible pasar de un lado al otro, y desde allí tampoco se puede prevenir a los que todavía están en la tierra (lee Lucas 16:26-31).

Sólo el testimonio de las Sagradas Escrituras puede instruirnos acerca de esa realidad espiritual que no podemos percibir con los ojos físicos. Creer en la Palabra de Dios nos coloca, por medio de la obra salvadora de Cristo, del lado de los salvados. Pero el que se niega a creer, se queda sumergido en incertidumbres y tristezas. Su limitada visión de las cosas le muestra que supuestamente no existe más vida que la que se encuentra regida por leyes físicas y naturales, con todas sus cargas de fatalidad, de aflicciones y de maldad. Por el contrario, si tú le crees a Dios, disfrutas de paz y esperanza en una vida eterna por medio de la Palabra.

martes, 2 de octubre de 2012

Demostrar la sabiduría de Dios



“¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre”

(Santiago 3: 13-18)
▲ La espiritualidad de una persona se ve
claramente reflejada en sus obras.


En el capítulo 3 de la Carta del apóstol Santiago se nos plantea una pregunta muy importante para todos los cristianos: “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros?” O en otras palabras: ¿quién de nosotros está viviendo el evangelio, conforme a la sabiduría que es en Cristo Jesús?

En el contexto bíblico, ser sabio y entendido no consiste en una mera declaración de palabras, ni en un talento ostentoso que no puede exteriorizarse, sino más bien en una capacidad práctica que tiene que manifestarse necesariamente. ¿Cómo? Sencillamente a través de una buena conducta. Esta buena conducta tiene que ver con el testimonio que mostramos. Un creyente puede pensar de sí mismo que es muy sabio y entendido en la Palabra, pero si eso es verdad, ello se manifestará en una vida que refleje de manera muy práctica y visible esa sabiduría. Ésta abarca tanto los pensamientos, el intelecto y demás recursos de nuestra mente, como también la excelencia y aplicación práctica del conocimiento de la Palabra.

La pregunta obvia que sigue es: ¿cómo demostrar la sabiduría espiritual? Pues bien, la sabiduría adquirida por la Palabra se demuestra a través de los frutos. Este principio fue declarado por el Señor Jesús: “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?” (Mateo 7:16) Esto quiere decir que no hay nada mejor que hable de nuestra espiritualidad que nuestras obras. Cuando llevamos una vida íntegra y apartada del pecado, estamos demostrando la sabiduría que viene de lo alto, pues esta sabiduría nos llevará a hacer lo recto ante los ojos de Dios y de los hombres.

lunes, 1 de octubre de 2012

¡Aviva la llama del Espíritu en tu interior!



“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”
(1 Juan 5:4)

▲ ¡No permitas que las preocupaciones diarias
apaguen el fuego de la fe que Dios ha encendido en ti!


Hoy en día estamos tan preocupados con nuestra vida diaria que corremos el riesgo de que la llama de nuestra vida espiritual se apague. Una mujer contó que su vida era un correr constante y que se dio cuenta que las preocupaciones podían hacerle perder su relación espiritual con Dios. “Hay mucho riesgo en ocuparse solamente de la vida apresurada que llevamos -comentó-.  Los problemas diarios hacen que nuestra antorcha espiritual comience a apagarse”.
 
Claro que la mujer se refiere a una vida llena de preocupaciones en la que Dios no tiene el primer lugar que se merece. En este sentido debemos preguntarnos, ¿en qué estamos empleando nuestro tiempo? ¿Cuál es el propósito de nuestra carrera de todos los días? ¿Estamos queriendo resolver todo a nuestra manera, o estamos entregando todo en las manos de Dios, convencidos de que Él tiene el tiempo exacto para cada cosa? ¿Estamos permitiendo que la llama del Espíritu se apague mientras buscamos resultados inmediatos?