lunes, 8 de octubre de 2012

LOS SILENCIOS DE DIOS


“Oh Dios, no guardes silencio; no te quedes, oh Dios, callado e impasible”
 (Salmos 83:1, Biblia NVI)

▲ Levanta tu ánimo y no desfallezcas; ¡cree, confía, 
mantente firme, porque algo grande viene para ti!


Resulta increíble ver cómo las cosas a veces se nos pueden salir de control. Pareciera que un día todo está normal y que eso durará para siempre, pero al día siguiente es todo lo contrario y pareciera que las cosas se complican de manera alarmante.

Lo más difícil de esos momentos para los cristianos, es el sentimiento de que Dios se ha olvidado de nosotros, y se siente como que nuestra sed espiritual no puede ser saciada. Pero no deberíamos olvidar que Dios nunca nos dejará, aunque nos parezca que está guardando más silencio del necesario.

A veces puede darnos la impresión de que Dios está examinando hasta dónde somos capaces de soportar esos silencios, y no es que nos quiera hacer sufrir, sino que quiere moldear nuestras vidas, nuestro carácter, nuestra fe; El está seguro que después de esta etapa tú serás mejor que antes. En los momentos de silencio, debes considerar que El tiene el cuidado de tu vida, de tus necesidades, y sobre todo que su Espíritu está trabajando en tu corazón para llevarte a otras alturas.

Así que levanta tu ánimo y no desfallezcas; cree, confía, mantente firme, porque algo grande viene para ti. Tú has sido llamado a ser un hijo de Dios próspero y productivo. Debes tener en cuenta que Dios está trabajando en ti y ten por seguro que la obra final será impresionante, que conseguirás lo necesario para la tarea que el Señor te encomendó a realizar en esta vida terrenal. ¡Los silencios de Dios son hermosos cuando comprendemos que después de ellos viene algo GRANDE!

Oración: 

Señor Jesús, ayúdanos hoy a comprender que todo tiene un propósito en nuestra vida, aún los momentos en que creamos que no respondes a nuestras necesidades o a nuestras oraciones. Ayúdanos a comprender que Tú siempre serás fiel hasta el fin.

¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo