“Oh Dios, no guardes silencio; no te quedes, oh Dios, callado e impasible”
(Salmos 83:1,
Biblia NVI)
▲ Levanta tu ánimo y no desfallezcas; ¡cree,
confía,
mantente firme, porque algo grande viene para ti!
|
Resulta increíble ver cómo las cosas a veces se
nos pueden salir de control. Pareciera que un día todo está normal y que eso
durará para siempre, pero al día siguiente es todo lo contrario y pareciera que
las cosas se complican de manera alarmante.
Lo más difícil de esos momentos para los
cristianos, es el sentimiento de que Dios se ha olvidado de nosotros, y
se siente como que nuestra sed espiritual no puede ser saciada. Pero no
deberíamos olvidar que Dios nunca nos dejará, aunque nos parezca que está
guardando más silencio del necesario.
A veces puede darnos la impresión de que
Dios está examinando hasta dónde somos capaces de soportar esos silencios, y no
es que nos quiera hacer sufrir, sino que quiere moldear nuestras vidas,
nuestro carácter, nuestra fe; El está seguro que después de esta etapa tú serás
mejor que antes. En los momentos de silencio, debes considerar que El tiene
el cuidado de tu vida, de tus necesidades, y sobre todo que su Espíritu está
trabajando en tu corazón para llevarte a otras alturas.
Así que levanta tu ánimo y no desfallezcas;
cree, confía, mantente firme, porque algo grande viene para ti. Tú has
sido llamado a ser un hijo de Dios próspero y productivo. Debes tener en
cuenta que Dios está trabajando en ti y ten por seguro que la obra final será
impresionante, que conseguirás lo necesario para la tarea que el
Señor te encomendó a realizar en esta vida terrenal. ¡Los silencios de Dios son
hermosos cuando comprendemos que después de ellos viene algo GRANDE!
Oración:
Señor Jesús, ayúdanos hoy a comprender que todo
tiene un propósito en nuestra vida, aún los momentos en que creamos que no
respondes a nuestras necesidades o a nuestras oraciones. Ayúdanos
a comprender que Tú siempre serás fiel hasta el fin.