“Y Mefi-boset dijo al rey: Deja que él las tome todas, pues que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa”
(2ª Samuel 19:30)
▲ La historia de Mefi-boset es uno de los ejemplos más claros de lealtad hacia su señor |
Mefi-boset era un descendiente de la casa de
Saúl, quien fue un tenaz perseguidor del rey David, pero a pesar de ello éste
le devolvió las propiedades de su padre Jonatán y le permitió vivir como
huésped en su palacio real en Jerusalén. Sin embargo, cuando Absalón hijo de
David se rebeló, el rey debió huir de Jerusalén, y Mefi-boset (que era lisiado
desde los cinco años) no pudo seguirlo en el exilio.
Al regresar David a su palacio, luego de sofocar
la rebelión de Absalón, acusó injustamente a Mefi-boset de deslealtad, y
decidió quitarle la mitad de su patrimonio para dárselo a Siba, un sirviente
que había levantado un falso testimonio contra Mefi-boset. Pero éste, en lugar
de airarse y rebelarse contra David, le dijo que su sirviente Siba podía
quedarse con todas sus tierras, “pues el señor mi rey ha vuelto en paz a su casa”.
¡Qué poderoso ejemplo de lealtad a pesar de la injusticia!
Y este es el espíritu de lealtad que debiéramos
tener todos los cristianos hacia nuestro Señor, sobre todo cuando las cosas no
nos salen del todo bien y debemos sufrir alguna pérdida. En estos casos,
algunos creyentes optan por rebelarse contra Dios y reclamarle, pero el
verdadero cristiano permanece fiel, aunque esto signifique la pérdida de todas
las cosas. Debemos
tener el sentir del apóstol Pablo, quien declaró en su carta a los filipenses
que “cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por
amor de Cristo”.
Oración:
Señor, Jesús, en
esta mañana oro para que podamos ser investidos de una lealtad inquebrantable
hacia Ti, para poder declarar como el apóstol Pablo que no existe absolutamente
nada en este mundo que se compare con tu Amor. Amén.
¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo