“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
(2ª. Corintios 5:17)
▲ Vivir atados al pasado nos impide
recibir las bendiciones en el tiempo presente
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Si tuviéramos la oportunidad de regresar al pasado y arreglar las cosas
erróneas que hicimos, creo que muchos de nosotros no lo pensaría dos veces. Pero
esta es una fantasía que sólo se ve en las películas de ciencia ficción. Las
cosas que se hicieron en el pasado no se pueden cambiar, pues como dice ese
dicho popular, lo hecho, hecho está. Y si bien es cierto que muchas
de esas cosas que hicimos fueron errores enormes, debemos ser concientes
que ahora en Cristo, todas las cosas son hechas nuevas.
El tema es que muchas personas viven atadas al pasado, soñando cómo habría
sido esto o aquello si hubieran actuado o decidido de otra manera. Y la verdad
es que no podemos darnos el lujo de perder así el tiempo, pensando en
“lo que hubiera sido”; más bien, debemos ser conscientes del inmenso poder de
Dios para cambiar nuestro presente y proyectar una vida de grandes bendiciones presentes
y futuras.
La voluntad de Dios no es que inviertas tu tiempo en recuerdos que están
dañando continuamente tu vida, a tal punto que te quitan la paz. Muchos todavía
sueñan y dicen: “Cómo hubiera sido si me hubiera casado con tal persona”; “Qué
habría pasado si hubiera estudiado tal carrera”; “Qué resultados buenos hubiera
tenido si decidía tal cosa”; y aunque duela decirlo, esto es nada más y nada
menos que desperdiciar la vida, quedarnos anclados en el pasado
mientras el presente continúa su curso.
Tú no puedes pasarte la vida pensando en los hechos ya vividos, pues las
vivencias pasadas ya fueron y no volverán. Entonces hoy es hora de
comenzar a cambiar todos esos pensamientos, que lejos de bendecir tu vida
pueden estar interfiriendo en tu presente y dañando tu
corazón, llenando tu mente de pensamientos negativos que te
privarán de un futuro más provechoso.
Oración:
Señor Jesús, hoy queremos tomar consciencia de que en Ti somos hechos nuevas
criaturas, y tener la suficiente determinación para dar una vuelta de página y
cambiar nuestra historia, conforme al propósito que has trazado para cada uno
de nosotros. Amén.
¡Te bendigo! Pastor
Antonio Trejo