“Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”
(1ª. Juan 4:16)
▲ La amistad con el Señor que nos trae gozo,
calma y victoria en nuestro andar diario
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Debemos tener en claro la importancia de los
pensamientos que ocupan nuestra mente todos los días. Si nos conducen todo el
tiempo a divagar entre las preocupaciones propias y las noticias que nos hablan
de desgracias, nuestra condición espiritual será de desánimo y de perturbación
constante. En cambio, si llenamos nuestra mente con la Palabra del Señor, ella
estará permanentemente en nuestra conciencia y empezaremos a disfrutar de una
relación con El que traerá gozo, calma y victoria en nuestra vida diaria.
El Señor está siempre con los creyentes, conforme a la promesa hecha en
Mateo 28:20: “(…) he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo”. Pero nosotros como cristianos no seremos conscientes de
Su presencia si no dirigimos nuestros pensamientos hacia El; es como estar en
una habitación con alguien y no notar que esa persona está allí. Puedo pasar
todo el tiempo distraído y salir de esa habitación sin llegar a saber que esa
persona estaba conmigo. Nosotros sabemos que Dios siempre está con nosotros,
pero es nuestra responsabilidad poner nuestra atención en El y estar
conscientes de Su presencia.
Lo mismo ocurre con el amor de Dios; si nunca meditamos en Su amor hacia
nosotros, no podremos vivirlo de una manera abundante y efectiva. Pablo ora en
el capítulo 3 de su Carta a los Efesios para que los creyentes experimenten el
amor de Dios por sí mismos. Las Escrituras nos dicen que Dios es amor y que El
nos ama, pero ¿a cuántos de Sus hijos les falta todavía una revelación, una
experiencia que les muestre ese amor en sus vidas? La pregunta es válida,
considerando que muchos creyentes actúan como si no fueran conscientes de
cuánto Dios los ama.
Como cristiano, tú debes estar perfectamente consciente de esa realidad
espiritual. El amor de Dios está destinado a ser una fuerza poderosa en
nuestra vida, como una energía vital que nos llevará hasta la victoria aun a
través de las pruebas más difíciles. De esta manera podrás permanecer en
amor, como dice el versículo bíblico de hoy, y Dios estará contigo. Debieras buscar
en tu Biblia lo que dice con respecto a este tema, y una vez que aprendas esos
versículos tienes que meditar en ellos y confesarlos en voz alta. Así Su amor
incondicional llegará a ser tan real que incluso ante las pruebas más duras,
sentirás que El te conforta y que te libera de todos tus miedos, a medida que
tu persona comienza a asimilar el carácter de Cristo.
Oración:
En esta mañana,
reconocemos Señor con un corazón gozoso y agradecido que Tu presencia y Tu amor
no nos abandonan nunca, y que nos brindan el consuelo necesario para permanecer
en comunión con tu Espíritu. A ti Jesús sea dada toda la adoración y la gloria,
amén.
¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo