martes, 23 de octubre de 2012

El desierto


 “Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón”
(Oseas 2:14)
▲La marcha por el desierto simbolizó para Israel
un tiempo de amorosa intimidad con el Creador.
 

 “Los  llevaré  al  desierto”,  dice  el  Señor, “y hablaré a  su  corazón”.  Oseas  evoca  la  marcha  de Israel  por  el  desierto  después  de  la  salida  de  Egipto  como  un  tiempo  de  amorosa intimidad con el Creador. El  desierto en  la  Biblia  simboliza  los  momentos  difíciles:  no  hay  agua,  no  hay cultivos,  lo  único  que  se ve  es  tierra yerma y montañas sin vida.  Así  estaba y así se sentía  Israel al momento de salir de Egipto.
 
A  nadie  le  gusta  ir  al desierto, pero  es  necesario  hacerlo, porque  es  allí  donde nos  encontramos dispuestos a una comunión espiritual con el Señor. Resulta abrumador el ruido de nuestro trajín de todos los días: desde las exigencias del trabajo, las necesidades de la familia, pasando por los entretenimientos vacíos e infructuosos de la televisión y la pérdida de tiempo que ponen a nuestro alcance las tecnologías modernas. Todo ello hace que la espiritualidad pase a un segundo plano y que la comunión con el Señor se torne más difícil de alcanzar.

Por  eso  en  este día quiero destacar la importancia de una comunión íntima con Dios; el  desierto  es  bueno porque  es  donde  te  encuentras  con  Él, que  es  el  único  que  te acompaña en esa travesía cuando  hay  tristeza,  soledad, dolor. Pero esa presencia es Alguien  que  quiere  tener una  amistad  contigo: ese  alguien  es  Jesús. ¡Te garantizo que  en  el  desierto conocerás la verdadera esencia de Dios, y terminarás por rendirte ante su Amor sin igual!

 Oración: 
En este día Señor he aprendido que en el desierto es donde más te conozco y donde me hablas con más claridad, lejos de las distracciones cotidianas; gracias Señor Jesús, porque es allí donde Tú hablas a mi vida, y donde puedo conocerte en tu fidelidad y misericordia. Amén.

¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo