sábado, 6 de octubre de 2012

PROMESAS VERDADERAS


“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”
(Hebreos 11:1)
▲ Nuestra verdadera alegría está en caminar con decisión hacia
lo que nos proponemos, sabiendo que Dios cumplirá su promesa


El tema de la fe en la vida de un cristiano es de vital importancia. La gran bendición en la vida de los hijos de Dios y el motivo de nuestra verdadera alegría está en caminar con decisión hacia lo que nos proponemos, con la certeza anticipada de la victoria. Conocemos a nuestro Padre, creemos totalmente en El y, por eso, vivimos en plenitud de gozo y felicidad.

Sabemos que así debiera vivir un verdadero cristiano, pero ¿hasta qué punto confiamos en las promesas de Dios? ¿Damos por hecho que recibiremos grandes bendiciones, o dudamos hasta que ellas se vuelven realidad? ¿Nuestra fe está afirmada en la certeza de aquello que no podemos ver todavía, o depende de que las veamos cumplidas totalmente?


Debes saber que si Dios prometió amarte, protegerte y guiarte por los caminos victoriosos, entonces comenzarás tu caminar sabiendo que todo eso acontecerá.  La paz reinará en tu corazón y te sentirás animado en todas las situaciones.

Es una gran bendición poder descansar en las promesas del Señor.  Las dudas son abandonadas y las aflicciones desechadas. La inquietud deja de apretarnos y respiramos el aire puro de la confianza en Dios.  La vida se vuelve más bella y nosotros la vivimos con abundancia. Si crees en las promesas de tu Padre eterno,  entonces descansarás y esperarás con paciencia.  ¡Lo que tú esperas se cumplirá en el tiempo debido!

Oración: 



Padre celestial, hoy espero confiado en tus promesas, porque sé que eres fiel a tu Palabra y bendices a los que esperan en ellas y te buscan de corazón. Amén.

¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo