viernes, 5 de octubre de 2012

Eres vencedor


“Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, señor Jehová! he aquí, no sé hablar, porque soy niño. Y me dijo Jehová: no digas: soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú y dirás todo lo que te mande”
(Jeremías  1:6,7)
▲ Dios tiene un plan para cada uno y cambia
nuestra visión para que podamos concretarlo


Al momento de su llamamiento, el gran profeta Jeremías se tenía a sí mismo por poca cosa. Y cuántas personas habrá que se sienten así de inseguras en muchas áreas de su vida, y por esta razón no emprenden nada y les cuesta arrancar en sus proyectos. Antes de que naciera Jeremías, Dios había determinado que sería un profeta: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué,  te di por profeta a las naciones” (lee Jer. 1:5).

Los creyentes sabemos por pasajes como éste, que el Señor tiene un plan para cada persona, y que Su anhelo es que vivan conforme a Su voluntad y permitan que El cumpla Su propósito en ellas. Sin importar cuál sea la tarea de uno en la vida, siempre Dios promete Su presencia y Su ayuda si permanecemos firmes en la fe.


Jeremías era apenas un joven en el momento de su llamamiento. Se vio víctima de la ansiedad y el temor ante el imponente pensamiento de darles el mensaje del Señor a los ancianos de Judá (lee Jer. 1:7). Pero Dios también le hizo saber que estaría con él y que lo capacitaría para que cumpliera su misión. Y leyendo más adelante del pasaje citado, en el versículo 9, vemos que el Señor le asegura al profeta que su mensaje sería inspirado y que sus palabras serían las palabras de Dios.

Lamentablemente, la inseguridad y el menoscabo de la propia persona también son muy comunes en nuestros días. A nivel sentimental algunos se plantean: “A mí nadie me ama, me voy a quedar solo/a para toda la vida”. Pero reflexionando en la Palabra de hoy, quiero que sepas cómo Dios te ve a ti. Le dijo a Jeremías, “No digas: soy un niño”.  El Señor tiene una visión distinta a la nuestra, y cuán alentador es saber que vamos a poder salir adelante con Su respaldo. Así que no te veas en fracaso y empieza a declarar la Palabra: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. ¡Empecemos hoy a mirarnos como el Señor nos ve: como vencedores!

Oración: Señor, en este día te pido que cambies mi visión; si hasta hoy me sentía menos que los demás y con baja autoestima, desde  este día modificaré mi forma de ver las cosas y para tu gloria me veo caminando en victoria. En el nombre de Jesús. Amén.

¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo