“Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”
Mateo 24:13)
▲ Hay una corona de gloria preparada
para el cristiano al final de la meta
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Los cristianos estamos en una carrera que nos
llevará a la vida eterna que nos ha sido obsequiada por nuestro Padre
celestial. No por merecimiento propio, sino por Su infinita gracia y
misericordia para con nosotros.
Pero en esta carrera habrá muchos obstáculos por
superar, situaciones que querrán evitar que lleguemos a la meta, situaciones
que lejos de darnos fuerzas querrán debilitarnos. Pero es en esas situaciones
en las que el verdadero cristiano tiene que analizar qué es lo más conveniente
para no abandonar la carrera y llegar a la meta de una u otra forma.
Sabemos que a veces las cosas no resultan como
quisiéramos, pero también debemos tener la certeza de que al final del camino
obtendremos nuestro galardón. Tendremos siempre presente que el Señor
ha sido tan misericordioso en permitirnos acceder a su Palabra y discernir cuál
será el destino de felicidad eterna, para todos aquellos que lo amamos y
tratamos con todas nuestras fuerzas de perseverar hasta el fin.
Cuando parezca que las fuerzas tratan de
abandonarte, esfuérzate por retener en tu mente todo lo que ya has recorrido,
todo el camino que has desandado y lo hermoso que Dios ha sido conmigo. Eso te
ayudará a renovar las fuerzas y a ser consciente de que no puedes echar por la
borda todo este tiempo que has tratado de agradar a Dios. El Señor te
ministrará y te hará entender que es necesario atravesar situaciones difíciles,
y también te mostrará que más Poderoso es el que está contigo que el espíritu
que gobierna el mundo.
Cada uno de nosotros debe tratar de llegar a la
meta y no nos podemos dar por vencidos. No resulta lógico que bajemos los
brazos en derrota cuando tenemos a un Dios PODEROSO que va
estar con nosotros hasta el final de esta carrera. No importa el cansancio que
parece agotar tus fuerzas físicas, ni los calambres espirituales que quieran
impedir tus pasos hacia la eternidad; Dios hoy te tiende Su mano para
ayudarte a llegar a la meta, y ten la seguridad que con Su poder tú llegarás
victorioso a recibir tu corona.
Oración: Señor Jesús, Tú anhelas
compartir la eternidad con nosotros, y esta esperanza nos anima a seguir
perseverando. Hay una corona de gloria preparada para nosotros al final de la
meta, por lo que hoy decidimos no darnos por vencidos; ¡aferrados a Tu mano
poderosa concluiremos la carrera en victoria! Amén.
¡Te
bendigo! Pastor Antonio Trejo