miércoles, 10 de octubre de 2012

LLEGAR A LA META



“Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”
Mateo 24:13)
▲ Hay una corona de gloria preparada
para el cristiano al final de la meta


Los cristianos estamos en una carrera que nos llevará a la vida eterna que nos ha sido obsequiada por nuestro Padre celestial. No por merecimiento propio, sino por Su infinita gracia y misericordia para con nosotros.
Pero en esta carrera habrá muchos obstáculos por superar, situaciones que querrán evitar que lleguemos a la meta, situaciones que lejos de darnos fuerzas querrán debilitarnos. Pero es en esas situaciones en las que el verdadero cristiano tiene que analizar qué es lo más conveniente para no abandonar la carrera y llegar a la meta de una u otra forma.

Sabemos que a veces las cosas no resultan como quisiéramos, pero también debemos tener la certeza de que al final del camino obtendremos nuestro galardón. Tendremos siempre presente que el Señor ha sido tan misericordioso en permitirnos acceder a su Palabra y discernir cuál será el destino de felicidad eterna, para todos aquellos que lo amamos y tratamos con todas nuestras fuerzas de perseverar hasta el fin.


Cuando parezca que las fuerzas tratan de abandonarte, esfuérzate por retener en tu mente todo lo que ya has recorrido, todo el camino que has desandado y lo hermoso que Dios ha sido conmigo. Eso te ayudará a renovar las fuerzas y a ser consciente de que no puedes echar por la borda todo este tiempo que has tratado de agradar a Dios. El Señor te ministrará y te hará entender que es necesario atravesar situaciones difíciles, y también te mostrará que más Poderoso es el que está contigo que el espíritu que gobierna el mundo.

Cada uno de nosotros debe tratar de llegar a la meta y no nos podemos dar por vencidos. No resulta lógico que bajemos los brazos en derrota cuando tenemos a un Dios PODEROSO que va estar con nosotros hasta el final de esta carrera. No importa el cansancio que parece agotar tus fuerzas físicas, ni los calambres espirituales que quieran impedir tus pasos hacia la eternidad; Dios hoy te tiende Su mano para ayudarte a llegar a la meta, y ten la seguridad que con Su poder tú llegarás victorioso a recibir tu corona.

Oración: Señor Jesús, Tú anhelas compartir la eternidad con nosotros, y esta esperanza nos anima a seguir perseverando. Hay una corona de gloria preparada para nosotros al final de la meta, por lo que hoy decidimos no darnos por vencidos; ¡aferrados a Tu mano poderosa concluiremos la carrera en victoria! Amén.

¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo