martes, 26 de febrero de 2013

El deseo de Su corazón


“He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”
(Apocalipsis 3:11)
“Quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo”
(Juan 17:24)     
La presencia eterna del Señor Jesús será
la fuente de una felicidad y de un gozo indescriptibles

Los mensajes que nos muestran los versículos de hoy han servido de motivación y esperanza para los primeros cristianos, y no han perdido vigencia en nuestros días, en los que el regreso de nuestro Salvador se convierte en una realidad cada vez más cercana.

El regreso del Señor Jesucristo es una verdad que nos enseña la Biblia. Y no es menos importante que esa verdad sea una viva esperanza para cada creyente. El Señor desea que lo esperemos para verlo y estar para siempre con Él.

Estar con el que tanto nos amó hasta dar su vida por nosotros, ¿no es un motivo suficiente para esperarle ardientemente? Por eso debemos estar atentos a todo lo que pueda empañar ese encuentro único con nuestro Salvador cuando Él regrese, cuidando que nuestra conducta sea lo más piadosa posible.

Cierta vez el apóstol Pablo fue arrebatado hasta el tercer cielo, el paraíso. Allí oyó palabras que nunca habían sido escuchadas, palabras que el lenguaje humano no puede expresar (2 Corintios 12:2-5). Así comprendemos que la presencia del Señor Jesús resucitado y glorificado será la fuente de una felicidad y de un gozo indescriptibles y siempre renovados.

Jesús mismo desea tener junto a Él a todos los suyos; tanto los que le han creído a Dios antes de la cruz como los que fuimos rescatados después de su Resurrección. Él mismo dijo que ascendía al cielo a prepararnos un lugar en el cual estará junto a nosotros por siempre. ¡Te animo hoy a que esperes en esa maravillosa promesa!

Oración:  

En este día oramos para que el Señor avive nuestro anhelo por Él, para que esperemos su regreso de una manera especial que cambiará nuestras vidas. Amén.

¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo