“Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”
(Juan 8:32)
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Jesús
es la única verdad para el cristiano
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Personas
que se consideran muy honestas opinan que cualquier verdad presentada por las
religiones es aceptable, siempre y cuando esa verdad sea “sincera”.
Esa
postura, que parece ser muy acertada, en el fondo es equivocada y peligrosa. La
sinceridad por sí misma no es sinónimo de veracidad: tú puedes asegurarle a
alguien con total convencimiento que tal o cual actitud es la correcta en una
determinada situación, y aún así estar equivocado, y provocar un daño
involuntario. El hecho de que estemos convencidos sobre una determinada idea no
hace que esa idea sea la verdad. Y están
quienes opinan que no existen las verdades absolutas y que todo en la vida es
relativo.
Pero
las Escrituras y la historia cuentan de Alguien que, hace más de dos mil
años, presentó al hombre la verdad en su forma absoluta; ese hombre vivió,
murió y resucitó conforme a esa verdad. Cuando era procesado por Pilato, el
gobernante romano ante quien tuvo que comparecer, El afirmó esa verdad, pero a
cambio recibió una respuesta de incredulidad: “¿Qué es la verdad?”
(Juan 18:38).
Pero
aún hoy en nuestros días, Jesús se presenta a sí mismo como la Verdad y el
único Camino posible hacia Dios. Quizás tú, amigo lector, seas un incrédulo al
igual que Pilato, porque ninguna religión ha conseguido convencerte. En ese
caso debes saber que Jesucristo no nos presenta una religión, sino que
quiere revelarnos la verdad sobre lo que somos, sobre lo que Él mismo es y
sobre lo que Dios su Padre es: amor y luz. Él desea darse a
conocer a cada uno de nosotros como un Salvador personal. ¡Te animo hoy a
buscarle! Y cuando encuentres al Señor, dirás con todos nosotros, los
creyentes: Jesús es nuestra única verdad.
Amado Señor Jesús, queremos buscarte día a día en oración, para que nuestro corazón se entregue cada vez más a tu Verdad, y que podamos llevar tu luz a quienes más la necesitan. Amén.
¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo