“Ciertamente llevó nuestras enfermedades, sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus llagas fuimos nosotros curados”
(Isaías 53:4-5)
Sanidad,
paz y prosperidad es la herencia a la que
tenemos
derecho como coherederos en Cristo
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En
este día quiero compartir contigo que la salud, la prosperidad, la bendición,
la sabiduría de Dios y las fuerzas nuevas están disponibles para ti, porque
eres heredero de Dios y coheredero de Cristo.
Y
esta condición de coheredero te hace propietario de todo lo que es de Cristo; y
no olvides que tienes al Espíritu Santo, que te está revelando cada día al
Señor Jesús. Por ello eres una nueva creación, estás completo, eres saludable y
próspero.
La
Palabra de hoy nos dice que El "llevó nuestras enfermedades".
Recuerda que este mismo pasaje se cita en Mateo 8:17, aclarando que Jesús vino
a dar sanidad a los enfermos, tanto física como espiritualmente. El Señor, como
enviado de Dios, debía sufrir el castigo en nuestro lugar a fin de que seamos
librados de nuestras dolencias y enfermedades, como también de nuestros
pecados.
El
"fue herido por nuestras rebeliones": No olvides que
Cristo fue crucificado porque los hombres hemos pecado y somos culpables
delante de Dios. Como sustituto nuestro, Él llevó el castigo que merecemos y
pagó por nuestros pecados, salvándonos de la muerte eterna.
Gracias
a sus llagas “fuimos nosotros curados”. Esta curación se refiere a la
salvación con todos sus beneficios espirituales y físicos. Las enfermedades y
dolencias son el resultado de la caída del hombre y de la actividad del diablo
en el mundo. Pero recuerda que, como se declara en 1 Juan 3:8, El Hijo de Dios
vino al mundo “para deshacer las obras del diablo”.
Por
lo tanto, la Biblia dice que El llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros
dolores, y hoy te aliento a que levantes las manos y comiences este día
confesando estas palabras: “Él se llevó mis enfermedades y no hay más dolor en
mi cuerpo. El Señor sufrió por mí, porque Él me ama y hoy acepto esta verdad”.
La palabra sanado significa curado, bendecido. Al morir
en la cruz del calvario, el Señor pagó el precio por la obra completa: la
sanidad del ser humano en su dimensión de espíritu, alma y cuerpo. Toda
esa bendición está disponible para ti, y hoy te animo a que comiences en
victoria, tomando lo que te pertenece. Sanidad, paz,
prosperidad: esa es tu herencia.
Oración:
Señor, tu Palabra me dice que Tú
llevaste mis enfermedades y mi dolor en la cruz del calvario y hoy tomo mi
herencia: sanidad completa en espíritu, alma y cuerpo. Gracias Señor por
tu obra de restauración en mi persona. Amén.
¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo