“He
aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré a él, y cenaré con él y él
conmigo”
(Apocalipsis 3:20)
Cristo,
con su palabra y Espíritu, aún sigue llegando hasta la puerta del corazón de los pecadores |
El
Señor tiene un sueño hermoso para tu vida y lo quiere concretar. Él lo hará
posible si tomas hoy una decisión que esté de acuerdo con la Palabra de Dios.
Cuando
entregas tu vida a Cristo, y a medida que comienzas a conocerlo, Él te deja
saber dónde puedes tener riquezas verdaderas y cómo puedes tenerlas. Antes
deberás dejar algunas cosas, pero nada de valor; y esto es sólo para que puedas
recibir las riquezas verdaderas, no como las que se acumulan por ambición y que
están destinadas a corromperse o a desaparecer. Deberás abandonar el pecado y
la confianza en ti mismo, para que puedas ser llenado con el tesoro oculto.
Cuando cedas a su Palabra y a su Espíritu, tus ojos serán abiertos para que
vean el camino de salvación y prosperidad.
Otra
cosa que debes hacer es examinarte a ti mismo conforme a su Palabra y orar con
fervor por la enseñanza de su Espíritu Santo para que quite de tu alma el
sentido de autosuficiencia (es decir, la confianza en tus propias fuerzas), los
prejuicios y la mentalidad carnal. Cristo, con su palabra y Espíritu, y por su
gracia, aún sigue llegando hasta la puerta del corazón de los pecadores. Los
que le abran disfrutarán de Su presencia, y entonces Él dará una nueva provisión
de gracia y de consuelo.
Y
el otro paso importante para fortalecer tu decisión por Cristo es conocer más
la Biblia, con lo cual conocerás también la voluntad del Señor para tu vida y
podrás tomar las decisiones más acertadas en las áreas en que te toque actuar.
Aunque parezca increíble, te verás afectado por la decisión correcta que tomes,
aun en la vida de tus hijos, familiares, amigos y vecinos. Por eso dice el
apóstol Santiago que el que tenga falta de sabiduría, que la pida a Dios, el
cual la dará abundantemente. Cada emprendimiento comienza con una decisión, y
hoy es el día en que emprendas algo nuevo. Jesús dijo: He aquí,
yo estoy a la puerta y llamo; hoy es tuya la decisión de abrir esa
puerta de tu corazón o dejarla cerrada… tú decides.
Oración:
Señor,
en este día yo decido abrirte mi corazón e invitarte a que entres en mi vida,
como Señor y salvador personal; lo decido con el pleno convencimiento de que
comenzaré a transitar el nuevo camino de salvación y gozo duradero. Amén.
¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo