“Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”
(Hebreos 9:27)
▲ Mientras el
mundo incrédulo se debate en la desesperanza,
los cristianos
tenemos la seguridad de la salvación que
nos llena de una expectativa de gozo
|
En la Carta del apóstol Santiago
encontramos esta pregunta: “¿Qué es vuestra vida?”. Y él mismo responde: “Ciertamente es neblina
que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece”
(Santiago 4:14).
Y aunque a muchos les parezca una idea atractiva, no existe
tal cosa como la reencarnación; no volveremos a este mundo reencarnados
en un gran ser o en una hormiga. Dios nos advierte que nos ha
dado un único tiempo para invertirlo en los asuntos del Espíritu, y luego
vendrá el juicio.
Por más que nos
pongamos a lamentar por el tiempo perdido, no podemos volver a revivir ni un solo
segundo de nuestra existencia. En la tierra sólo tenemos una vida para vivir.
El tiempo es un bien que quizá ya hemos malgastado y que se nos sigue escapando
de las manos. Pero es bueno saber que vivir de los sueños o dejarse dominar por
los impulsos y deseos, no es vivir. Una vida es bien vivida cuando se camina
con Dios a nuestro lado, teniendo la seguridad de su perdón y un gozo profundo
en el corazón. Esta es la verdadera vida, la que se invierte buscando las cosas
del Espíritu.
La mayoría de
los seres humanos siente una silenciosa desesperación por los tiempos que se
viven, y no es para menos, porque no tienen ninguna esperanza ni certidumbre en
cuanto al futuro. Saben en su interior que su seguridad pende de un hilo. Los
motivos de esta inquietud son numerosos: la situación económica, la
contaminación del ambiente, el conflicto entre las naciones, las enfermedades,
la destrucción de los valores que antes sostenían a la sociedad… y la lista
podría continuar de manera alarmante.
Pero nosotros
los cristianos estamos advertidos de estas cosas: el Señor Jesús dijo que en
los últimos tiempos, habrá “en la tierra angustia de las gentes… desfalleciendo los hombres por el
temor” (lee Lucas 21:25-26). Pensemos entonces en nuestra
responsabilidad como creyentes, y llevemos las Buenas Nuevas a un mundo que se
debate en la desesperanza. Dios nos ha dado ya la seguridad de Su salvación y
Su testimonio nos llena de una expectativa de gozo. Hoy Jesús invita a todos
los hombres a conocerlo por medio de nosotros, para que, como dice Pablo en su
carta a Timoteo, “echen mano de la vida eterna” (1ª Timoteo 6.19).
Señor Jesús, hoy
necesitamos tomar conciencia de que nuestro tiempo en la tierra tiene una
duración limitada, un tiempo que sólo Tú conoces, y que anhelamos invertir en
los asuntos de tu Reino y en la propagación de tu Evangelio. Necesitamos
invertir hoy en el futuro de gloria que Tú has prometido a los que te aceptan
por medio de la fe. En su maravilloso nombre Señor, amén.
¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo