viernes, 11 de enero de 2013

Encuentra hoy a Jesús



“Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?”

(Juan 20:15)
Mientras dura su vida en la tierra,  una persona debe prepararse
para lo trascendente, lo eterno, aquello que será su destino final

Reflexionando sobre el pasaje de hoy podemos preguntarnos: ¿qué busca la gente en todas partes del mundo? Aunque parece fácil, la respuesta a esta pregunta variará considerablemente: algunos dirán la libertad, otros dirán la justicia, otros la felicidad. Un cristiano verdadero ciertamente contestaría que su única meta en esta vida es el conocimiento de Aquel que redimió al mundo por medio de Su sangre.

La búsqueda de un sentido a nuestra existencia se convierte en un problema cuando no sabemos exactamente qué (o a quién) buscamos mientras estamos en el mundo. Muchas personas van día tras día en busca de vanidades y espejismos, invirtiendo el precioso tiempo de sus vidas en actividades o intereses sin trascendencia. Pero mi invitación en esta mañana para ti, amigo lector, es que fijes tu atención en la persona más importante en la historia de la humanidad: Jesucristo el Hijo de Dios.

Si no eres creyente quizás estas palabras no llamen tu atención; tal vez creas que se trata de una propaganda religiosa para captar seguidores. Pero sea cual fuere tu opinión, considera que mientras tanto el tiempo transcurre, y que lo más importante para un ser humano debiera ser el prepararse para lo trascendente, lo eterno, aquello que será su destino final después de la muerte. Estoy convencido de que visto de esta manera, bien vale invertir tiempo en considerar las cosas espirituales.

Mi consejo para ti es que hoy busques a Jesús con todo tu corazón, y para hacerlo tendrás que leer la Palabra de Dios. Un único requisito: tendrás que buscar con sinceridad e inquietud la única fuente que da respuestas válidas para todos los asuntos de la vida. Tendrás que poner de ti todo tu interés y tu honestidad; entonces Dios se revelará a tu vida para poder hacerte partícipe de Su gracia. Entonces ocurrirá milagrosamente lo que está escrito en el Libro de Jeremías: “Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Jeremías 29:13). 

Oración

Ante un mundo que busca constantemente una respuesta y un alivio a sus necesidades, declaramos que sólo el  Amor y la Misericordia del Señor Jesucristo pueden salvar a los que buscan conocer la verdad. Sólo su Amor eterno llena la vida del hombre de gozo y de paz. Amén. 

¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo