“Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo”
(Salmo 16:11)
“El Señor es la fortaleza de mi vida” (Salmo 27:1) |
En
nuestra vida moderna, muchas personas, particularmente los jóvenes, se sienten
confundidos y perturbados al observar el consumismo atroz que se desarrolla a
su alrededor y que intenta absorberlos. No ven ninguna búsqueda de lo
espiritual y se sienten inseguros frente al futuro, sin esperanza ni
motivación.
Mientras
el mundo enseña que sólo vale la pena vivir para gozar de posesiones materiales
(cuanto más sofisticadas, mejor), la Biblia nos muestra que Dios es el único “manantial
de la vida”, es decir, su origen y su objetivo último. Dios trata
de comunicarse con nosotros para transmitirnos que Su propósito es darnos a conocer
“la senda de la vida”, y que Su presencia será la verdadera fuente de nuestro
gozo, más allá de las circunstancias que vivamos. Encontraremos siempre en Él
la energía necesaria para seguir, como dice el Salmo 27:1: “El
Señor es la fortaleza de mi vida”.
Al
venir a esta tierra, el Señor Jesús demostró con el sacrificio en la cruz este
mensaje divino: que nuestra vida tiene valor ante Sus ojos, estimándola tan
preciosa que dio la suya para salvarnos. Y esta verdad es la que deben
transmitir los padres a sus hijos, para que no deban enfrentarse al vacío que
produce un mundo que todos los días se empeña en negar al Señor y Su gracia
salvadora. Ellos deben saber que sólo en Dios encontrarán la salida segura en
todos los caminos de peligro y de perdición que ofrece el mundo de nuestros
días.
Oración:
Hoy hemos aprendido que sólo en el
Señor Jesucristo se encuentra el manantial de la vida y el verdadero gozo.
Nunca perdamos de vista el propósito de Dios de mostrarnos Sus caminos de
justicia y de bendición, porque sólo así encontraremos la verdadera felicidad.
Amén.
¡Te bendigo! Pastor
Antonio Trejo