“He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará”
(Daniel 3:17)
▲ Los tres
jóvenes israelitas dieron un testimonio
de valentía en su fidelidad al Dios verdadero
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El Señor
quiere librarnos de todos los males que nos acosan; y lo hace porque somos Sus
hijos.
Tú tienes que
saber quién eres en Cristo, y cuando lo hagas comenzarás a vivir una vida de
victoria; cuando vengan los problemas estarás siempre por encima de la
adversidad. Vemos en la palabra de hoy cómo Dios libró a estos tres jóvenes,
Sadrac, Mesac y Abed-Nego. Así también nos librará a nosotros, porque el Señor
no ha cambiado. Ellos pertenecían al pueblo de Dios, pero estaban en Babilonia
y allí se convirtieron en funcionarios del gobierno. Aunque no eran caldeos, el
Señor los promocionó y los llevó a un nivel alto. En este día quiero que sepas
que el Señor te va a promocionar a un nivel más elevado, y cuando es Dios el
que te eleva nadie te puede derribar.
Los tres
jóvenes israelitas son un verdadero ejemplo del espíritu que debe morar en cada
cristiano. Ni la envidia de sus opresores ni las temibles amenazas del rey
Nabucodonosor comprometieron su fe. Por el contrario, dieron un testimonio de
valentía en su fidelidad al Dios verdadero. Ellos tenían una esperanza y una fe
que estaban puestos en la Roca que es nuestro amparo y fortaleza. Como muchos
otros grandes hombres de la Biblia, ellos tuvieron una gran prueba de su fe y
salieron aprobados.
El relato
bíblico nos dice que a estos jóvenes se les tendió una trampa. Para
derribarlos, los que buscaban su destrucción convencieron al rey babilónico que
construyera una imagen de oro y que todo el pueblo debía adorarla. Sabían
que estos jóvenes hebreos eran fieles al Dios verdadero. Muchas veces
abundan las injusticias, porque la Biblia dice que muchas son las aflicciones
del justo, pero de todas ellas nos librará el Señor. Tú no
tienes que arrodillarte ante ninguna cosa que no sea Dios. El Todopoderoso siempre
te librará y te proveerá de las fuerzas para ganar las batallas y te elevará
por encima de la adversidad. Aunque las circunstancias parezcan indicar lo
contrario, el Señor las transformará en una victoria sobre los que buscan tu
destrucción.
Señor, en este día sabemos que aunque muchas sean las aflicciones, Tú nos vas a librar de todas ellas, y nos vas a promover por encima de todas las adversidades. Amén.
¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo