sábado, 22 de diciembre de 2012

Fe probada por fuego



“He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará”

(Daniel 3:17)
Los tres jóvenes israelitas dieron un testimonio
de valentía en su fidelidad al Dios verdadero

El  Señor quiere librarnos de todos los males que nos acosan; y lo hace porque somos Sus hijos.

Tú tienes que saber quién eres en Cristo, y cuando lo hagas comenzarás a vivir una vida de victoria; cuando vengan los problemas estarás siempre por encima de la adversidad. Vemos en la palabra de hoy cómo Dios libró a estos tres jóvenes, Sadrac, Mesac y Abed-Nego. Así también nos librará a nosotros, porque el Señor no ha cambiado. Ellos pertenecían al pueblo de Dios, pero estaban en Babilonia y allí se convirtieron en funcionarios del gobierno. Aunque no eran caldeos, el Señor los promocionó y los llevó a un nivel alto. En este día quiero que sepas que el Señor te va a promocionar a un nivel más elevado, y cuando es Dios el que te eleva nadie te puede derribar.
 
Los tres jóvenes israelitas son un verdadero ejemplo del espíritu que debe morar en cada cristiano. Ni la envidia de sus opresores ni las temibles amenazas del rey Nabucodonosor comprometieron su fe. Por el contrario, dieron un testimonio de valentía en su fidelidad al Dios verdadero. Ellos tenían una esperanza y una fe que estaban puestos en la Roca que es nuestro amparo y fortaleza. Como muchos otros grandes hombres de la Biblia, ellos tuvieron una gran prueba de su fe y salieron aprobados.

El relato bíblico nos dice que a estos jóvenes se les tendió una trampa. Para derribarlos, los que buscaban su destrucción convencieron al rey babilónico que construyera una  imagen de oro y que todo el pueblo debía adorarla. Sabían que estos jóvenes hebreos eran fieles al Dios verdadero. Muchas veces  abundan las injusticias, porque la Biblia dice que muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas nos librará el Señor. Tú no tienes que arrodillarte ante ninguna cosa que no sea Dios. El Todopoderoso siempre te librará y te proveerá de las fuerzas para ganar las batallas y te elevará por encima de la adversidad. Aunque las circunstancias parezcan indicar lo contrario, el Señor las transformará en una victoria sobre los que buscan tu destrucción.

Oración: 

Señor, en este día sabemos que aunque muchas sean las aflicciones, Tú nos vas a librar de todas ellas, y nos vas a promover por encima de todas las adversidades. Amén. 

 ¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo