“Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”
(1a. Juan 5:11-12)
▲Debemos apresurarnos a tomar el don que Dios nos
da:
su eterna salvación. Mañana puede ser demasiado
tarde
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Al final de un culto, un joven se acercó al pastor
y le dijo:
“Usted tiene razón cuando dice que debo arrepentirme y convertirme a
Jesucristo… pero no lo haré por ahora. Todavía quiero vivir un poco más de la
vida”. El predicador le respondió: “¿Sólo quieres vivir un poco más de la
vida? ¡Pero muchacho, qué falta de ambición! ¡Si hoy te acercas a Jesús
tendrás la vida eterna!”
Quizás tú amigo lector, al igual que el joven del
relato, eres aún inconverso y padeces la consecuencia de tus pecados; tal vez
te encuentras como él en la necesidad del arrepentimiento y aceptar el perdón
de Dios, pero temes que tal decisión te lleve a vivir una vida aburrida, triste
y sin gozo. Pues bien, si piensas así no estás en lo cierto, o más bien, el
adversario de Dios trata de impedirte, por medio de esos pensamientos, que
acudas a Jesús. El engañador intenta retenerte aturdiéndote con placeres pasajeros que
frecuentemente tienen un sabor amargo; pero mientras tanto, entre aventuras y
desilusiones, el tiempo pasa…
Hoy te sugiero que hagas un alto, que escuches la
voz de tu conciencia y la advertencia de Aquel que te dice: “¿Qué aprovechará al
hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36).
Tú debes saber que ante Dios, estás muerto en tus “delitos y pecados” (lee
Efesios 2:1). Cree hoy en Jesús, acepta sin tardar la vida eterna, que es un don
gratuito de Dios. Entonces podrás aprovechar “las abundantes riquezas de su gracia”
y andar “en vida nueva” (Romanos 6:4), utilizando convenientemente tu
tiempo.
Oración:
Amado Señor Jesús,
hoy elevamos una ferviente oración por todos aquellos que van a
convertirse en parte del gran pueblo de Dios, para que te acepten sin perder
tiempo y hereden la vida eterna. Amén.
¡Te bendigo! Pastor antonio Trejo