“… y reunieron a toda la congregación en el día primero del mes segundo, y fueron agrupados por familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres por cabeza, de veinte años arriba. Como Jehová lo había mandado a Moisés, los contó en el desierto de Sinaí”
(Números 1:18-19)
▲Si el Señor está a tu lado, nunca permitirá
que seas
abrumado y
vencido por las dificultades |
Jehová había mandado a Moisés a censar a todo el
pueblo de Israel que había salido de Egipto, para contar a aquellos hombres que
estaban en condiciones de salir a la guerra. Hacía poco más de un año que el
pueblo de Israel había salido de Egipto y se encontraba en las faldas del monte
Sinaí. Ahora Dios ordena a Moisés que cuente a todos los hombres mayores de
veinte años que estaban aptos para la guerra. En este momento de la historia de
Israel, el Señor los estaba llamando a una vocación a la que también nosotros
somos llamados: a luchar.
La vida cristiana no es una vida cómoda en el
sentido de ir a la iglesia un domingo y luego a un estudio el martes; es una
vida de conflicto interior continuo y constante, espiritualmente hablando. El
cristiano es una persona que ha pasado de la muerte a la vida, que se ha quitado
la camiseta del mundo y ahora pertenece a otro equipo, el de Dios. Y ahora está
en conflicto con el equipo al que antes pertenecía, el del mundo, y por eso
puede encontrarse con mucha hostilidad, mucha burla, mucha persecución, mucha
falta de comprensión y de entendimiento de parte de personas que no participan
del Espíritu Santo ni de la vida que Dios ha traído a cada uno de sus hijos.
Pero como cristiano tienes que saber que, al
margen de todos los sinsabores, el Señor nunca permitirá que seas abrumado y
vencido por las dificultades. Uno de los nombres atribuidos a Dios es el de “Jehová de los
Ejércitos”, como lo descubrirían los israelitas, un pueblo no
preparado para la guerra pero que guiado por el General de generales, triunfó
en batallas donde otros ejércitos hubieran sido exterminados. Y hoy Dios desea que
te sacudas el conformismo diario y vayas a la guerra, confiado en la absoluta
preeminencia del amor de Dios, para que seas victorioso y las bendiciones
colmen tu vida y alcancen a los que estén a tu alrededor.
Oración:
¡Amado Señor Jesús,
hoy quiero ser contado entre los que salen a la guerra todos los días,
pertrechados con las armas del Espíritu, para ganarle a todas las adversidades
que atacan mi vida y la de mis seres queridos, para tu gloria Señor! Amén.
¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo