"Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente"
(Jueces 6:12)
▲ Gedeón avanzó valiente y decididamente en el plan que Dios había trazado para su vida. |
Quien conoce en detalle la historia de Gedeón, que se narra en el Libro de Jueces, Capítulos 6 al 8, admitirá que a al comienzo le faltó fe, pero este varón elegido por Dios estaba dispuesto a aprender a confiar en el Señor.Gedeón logró grandes hazañas para Dios después de oír y responder de manera positiva a su llamado. La predisposición de su espíritu para aprender las enseñanzas divinas creó el sendero de un futuro mejor para el pueblo israelita. Recordemos, sin embargo, que inicialmente cuestionó su llamamiento. Todo lo que necesitaba era prueba y confirmación (lee Jueces 6:17; 6:36-40).Pero una vez convencido, avanzó valiente y decididamente en el plan que Dios había trazado para su misión en la vida. A Gedeón incluso se le menciona en Hebreos 11.32 como un líder que continuó siendo fácil de enseñar por Dios, creció en fe y sometió a sus enemigos; en su debilidad fue hecho fuerte, y fue valiente en la batalla.
En Gedeón, como líder consagrado, encontramos siete características sobresalientes:
1) Disposición a gobernar cuando Dios lo llamara (Jue. 6.36–40);
2) Dependencia continua de Dios (Jue. 7.1–8);
3) Disposición de convertir la fe en acción (Jue. 6.25–27; 7.15–22);
4) Disposición de usar los dones que Dios le dio para dirigir a otros (les dijo a los 300 que se quedaron con él que lo observaran y siguieran su ejemplo (Jue. 7.17);
5) Le dio la gloria a Dios antes y después de la victoria (Jue. 7.15; 8.3, 23);
6) Humildemente le atribuyó crédito a otros que realmente merecía él (Jue. 8.1–3);
7) Rehusó a establecer una dinastía luego de haber cumplido el encargo divino (Jue. 8.22–23).
En el caso de Gedeón notamos, además, que para seguir el llamado de Dios es importante la calidad del aprendizaje. Los que se dejan enseñar obedientemente por la voz del Señor crecen en madurez espiritual. Aprenden de sus equivocaciones, y por tanto adquieren percepción en los desafíos de la vida. Sin embargo, ser fácil de enseñar implica más que una disposición para aprender: requiere un estado de humildad, lo cual es no es fácil de conseguir.
Los que están abiertos a la guía divina toman a Dios más seriamente que a sí mismos; no son orgullosos ni obstinados. Reconocen la infinita capacidad de Dios para hablar a través de otros. Respetan a toda la humanidad, y pueden aprender de los ancianos y de los jóvenes. Y hoy quisiera que aprendas que cosechar un espíritu fácil de enseñar por Dios es de valor para toda la vida; ¡verás cómo se acumulan tus experiencias victoriosas, como así también tus bendiciones!
Oración:
En esta mañana, disponemos Señor nuestro corazón para recibir con humildad Tus enseñanzas, que nos convertirán en creyentes verdaderos y en canales a través de los cuales fluirán Tus bendiciones y se ensanchará tu Reino. Amén.
¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo