“No me elegisteis vosotros a
mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis
fruto, y vuestro fruto permanezca”
(San Juan
15:16)
▲Fuimos llamados por el Señor para llevar fruto
abundante en buenas obras. |
Esta frase que leemos hoy en el
Evangelio de Juan, “YO TE ELEGÍ”, es una afirmación poderosa que
nos tendría que hacer descansar y confiar en el Señor, que nos eligió “para
llevar fruto”. Como cristianos, es bueno reflexionar que si estamos donde
estamos no es porque nosotros quisimos, porque lo teníamos planeado o porque
éramos tan buenos que lo merecíamos. La Palabra en cambio nos afirma que si
formamos hoy parte del pueblo de Dios fue porque Él nos eligió. Cuando
Dios nos afirma: “Yo os elegí”, nos está diciendo que no tenemos
que dudar, ni sentir temor, ni sentirnos incapaces, ni sentirnos indignos a la
hora de trabajar para Su obra. Y que debemos rechazar todo cuestionamiento que
nos quiera hacer dudar del llamado que El nos ha hecho.
Estimado lector, quizás tú vienes
trabajando hace tiempo para la obra del Reino, y tal vez estás pasando por un
período de aridez espiritual, quizás sientes que tu fe ha disminuido y que
se ha apagado un poco el fuego que ardía en tu corazón… quizás estás dudando de
tu llamado y has pensado en bajar los brazos. Pero es en esta hora donde Dios
afirma en su Palabra: “YO TE ELEGÍ”, “YO TE PUSE PARA QUE DES
FRUTO, y para que “TU FRUTO PERMANEZCA”.
Tal vez pienses que otras personas
podrían estar haciendo lo que tú haces; quizás humanamente hablando existe
gente más capaz o con mejores habilidades que las tuyas… pero Dios te quiso
elegir a ti como el indicado para llevar a cabo tu tarea: el Señor te aclara
que fue El quien te llamó, y por lo tanto no puedes rechazar Su llamado.
Este es el momento de convertir todo
lo que te desanima en tu fortaleza; es hora de que demuestres que no te darás
por vencido tan fácilmente, porque tu llamado no es humano sino divino; es
momento de que demuestres con tus frutos que quien te llamó está contigo,
porque El jamás te ha abandonado. El
siempre ha estado ahí esperando que dispongas tu corazón por completo para
bendecirte, respaldarte y hacer grandes cosas con tu vida.
Yo te animo en este día a que no te
dejes llevar por la crítica, o por la apatía que puede estar afectándote. Cuida
que los pensamientos que te están atacando no te desanimen, y piensa
por el contrario que eres un instrumento útil en las manos de Dios.
Con toda seguridad, el enemigo tratará por todos los medios de hacerte
decaer para que renuncies a tu llamado. Pero el Señor, que te hizo conocer su
misericordia y su salvación, seguirá repitiendo en tus oídos: “YO TE
ELEGÍ”.
Oración: en este día
levantamos nuestro espíritu en alto, con el convencimiento de que Dios nos
llamó y nos eligió para concretar Su obra, y que El nos capacitará y nos
respaldará para llevar el fruto abundante con el que bendeciremos al
mundo. Amén.
¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo