“Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo”
(Marcos 16:7)
▲ ¡A pesar de nuestras
debilidades,
el Señor nos ofrece Su perdón y misericordia!
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La Palabra de Dios nos enseña que uno de los discípulos que amaba a Jesús y estaba
siempre a su lado era un hombre extraordinario; me refiero a Pedro, el pescador
de Galilea. Era un poco arrebatado, al punto que una
noche sacó una espada y le cortó una oreja al guardia que iba a apresar al
Señor. Pero llegó el día siguiente y
todos los discípulos del Maestro se dispersaron. Y una mujer encontró a Pedro
en el patio del sumo sacerdote y le dijo: “Tú estabas con Jesús el galileo”,
pero él lo negó delante de todos diciendo, “No sé lo que dices”. Y saliendo a
la puerta del patio lo vio otra mujer, que lo enfrentó diciéndole “tú estabas
con él”, pero Pedro lleno de miedo volvió a negar al Señor por segunda vez, y
hasta tres veces antes de que cantara el gallo, como lo había profetizado el
Señor Jesús.
La Biblia nos nuestra a Pedro como un hombre rudo, fuerte, con decisión y carácter,
pero también lo vemos como un hombre que flaquea en un momento de temor y niega
al Maestro. Lo vemos como el hombre que negó a Jesús, a pesar de haber estado a
Su lado y haber sido testigo directo de la gloria del Hijo de Dios. Pero cuando
Cristo resucitó, mandó a decirles a sus discípulos y a Pedro que los
encontraría en Galilea. Fíjate que Él no
nombró a Juan, que era el discípulo amado, el que acostumbraba a dormir sobre
el regazo del Señor; el nombró a Pedro. En vista de esto podemos preguntarnos,
¿por qué a Pedro? Lo hizo así, porque el Señor te busca aunque hayas caído.
Oración:
Señor, tu Palabra me
dice que Tú no sólo no rechazas al creyente que ha caído, sino que mandas a
buscar por él. ¡Gracias Jesús por mostrarnos que, aunque nos alejemos de Ti en
un momento de debilidad, Tú estarás esperándonos con tus brazos abiertos! Amén.
¡Que el Señor te bendiga
abundantemente! Pastor Antonio Trejo