martes, 25 de septiembre de 2012

Abriéndose paso en la tempestad



“Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo;  y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?”

(Mateo 14:29-31)

▲¡Pese a cualquier obstáculo, sigue caminando hacia el Señor!

 Frente a las fuertes tempestades que a veces trae la vida, muchas veces nos ha ocurrido el sentirnos indefensos y vulnerables. Nuestra naturaleza humana emerge y nos hace sentir imposibilitados y temerosos ante un presente de sufrimiento o ante un futuro poco alentador. Pero el creyente siempre tendrá a mano la posibilidad de clamar por la ayuda divina.

Los pasajes de Mateo que leímos nos dicen que el Señor invitó a Pedro a caminar sobre las aguas. Luego la Biblia narra que Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua hacia donde estaba Jesús. ¿Cuántos cristianos, en momentos tremendos de fe, han caminado sobre las aguas? ¿Cuántos no han dado pasos que jamás se hubieran imaginado, pero que lo hicieron por la seguridad de que el Señor estaba con ellos, animándolos a caminar hacia El? Puede que en este mismo momento estés caminando sobre aguas difíciles, pero aunque tus rodillas se mojan y las aguas parecen rodearte, ten presente que hasta este instante no te has hundido.


Hoy a lo mejor ha llegado ese día, en que después de dar varios pasos sobre las aguas has sentido la fuerza del viento y tuviste miedo; quizá la duda y el temor han provocado que poco a poco te vayas hundiendo, al punto de que el agua casi te cubre, y tu alma comenzó a dar gritos como lo hizo Pedro: “¡Señor, sálvame!”. Pero en el mismo instante en que todo parece tener un final, Dios extiende su brazo y agarrándote, no deja que te hundas: “Entonces Jesús extendió su brazo, agarró a Pedro…”

 El Señor jamás permitirá que te hundas. Puede que los vientos sean tan fuertes que pareciera que te harán caer indefenso entre muchas aguas; puede que las olas te golpeen con mucha fuerza, pero aun con todo eso en contra, Dios nunca te dejará a la deriva. Sigue caminando sobre las aguas, no te detengas, y pese a cualquier obstáculo sigue caminando hacia el Señor. No permitas que las circunstancias de la vida te impidan cumplir el propósito para el cual Dios te eligió, y aferrándote a la fe de Cristo, continúa tu camino porque Fiel es el que te ha llamado.

Oración:

Hoy Dios quiere recordarnos por medio de su Palabra que siempre estará a nuestro lado, tanto en los momentos de felicidad como en las situaciones más difíciles, y que nos extenderá siempre Su brazo poderoso para rescatarnos de las tempestades. Amén.

                         ¡Que el Señor te bendiga abundantemente! Pastor Antonio Trejo