domingo, 10 de marzo de 2013

¡Persiste!



“Y vino Gedeón al Jordán, y pasó él y los trescientos hombres que traía consigo, cansados, mas todavía persiguiendo”

(Jueces 8:4)
Dios levantó a Gedeón en Israel, que con un
ejército pequeño destruyó a la enemiga nación de Madián

El pueblo de Israel fue muy bendecido por Dios: trabajaba la tierra que le brindaba abundante fruto, había grandes extensiones de sembradíos, grandes cosechas y mucho alimento.

Pero siempre que los israelitas tenían algo sembrado, los enemigos madianitas y los amalecitas los atacaban, ocupaban sus tierras y destruían sus cosechas sin dejarles nada para comer, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos.

Por causa de los madianitas Israel pasó mucha miseria, hasta que finalmente pidieron ayuda a Dios, y el Señor levantó a un hombre llamado Gedeón, que era el menor de su hogar y su familia. Era pobre, pero Dios levantó a este muchacho, que con un ejército pequeño destruyó a la enemiga nación de Madián. Hacia el final de la campaña, Gedeón y sus trescientos hombres estaban rendidos de cansancio, pero no obstante persiguieron a sus enemigos y Dios les dio finalmente la victoria.

Esta historia nos enseña que, aunque nos sintamos cansados, debemos persistir en luchar contra el enemigo (vicios, escasez económica, fracasos sentimentales, etc.) porque el Señor nos hará vencer sobre él. Y de esta manera, como lo hicieron los israelitas, nosotros podremos quitarnos el yugo de cualquier enemigo que quiera enseñorearse de nosotros.

Oración

Señor Jesús, hoy me propongo ser esforzado y valiente ante las contrariedades que atacan mi vida, para persistir y conseguir la victoria que Tú tienes preparada para quienes te aman; hoy reconozco que sólo Tú eres Señor de mi vida. Amén.


¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo