“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”
(Salmos
119:105)
▲ La Palabra es una luz
radiante que aclara nuestro
camino para que podamos
recorrerlo sin tropezar |
Muchos cristianos se toman demasiado tiempo en tomar decisiones
obvias que la Palabra de Dios respalda. Pareciera que esperan hasta el último
minuto para ver si aparece alguien que les indique lo contrario, o que les diga
lo que quisieran escuchar y no lo que tienen que hacer.
Hay momentos en la vida del cristiano en los que sabe lo que tiene
que hacer, y qué decisión tomar, pero no lo quiere llevar a cabo porque quiere
una confirmación o espera que las circunstancias cambien. Debemos admitir que
existen decisiones que son difíciles de adoptar, porque a nuestra naturaleza
humana le cuesta adaptarse a los designios divinos. ¿Cuántos creyentes no le
han pedido al Señor una confirmación más antes de hacer esto o aquello, aun
sabiendo lo que tenían que hacer?
Al leer la Palabra de Dios, nos damos cuenta que ella es una lumbrera,
es decir una luz que siempre aclara nuestro camino. Esa luz clarifica nuestro
caminar y nos permite ver realmente el terreno que vamos pisando, y cómo o de
qué forma lo podemos recorrer sin tropezar. Ocurre que nuestra humanidad no se
quiere doblegar a lo que realmente Dios nos manda a través de su Palabra, y se
requiere de cierta madurez espiritual para poder discernir y avanzar con
decisión por la senda que Dios nos ha trazado.
Aunque al comienzo nos resulte difícil de asumir, comprendamos que
lo que Dios quiere para nosotros seguramente es mucho que mejor de lo que
pudiéramos haber planificado por nuestra cuenta. El sabe qué es lo mejor para
nuestra vida, aun cuando nos parezca ilógico o difícil de asimilar. Pidámosle
entonces al Señor que nos dé el crecimiento espiritual necesario para aceptar
Su voluntad y poder crecer en comunión con Él, sin más dudas y sin más
tardanzas.
Oración:
Señor Jesús, este día hemos comprendido
que Tú tienes el control total de nuestra existencia, de cada cosa en nuestra
vida, cada tiempo y cada experiencia; y que esperas ver cumplida Tu voluntad en
nosotros, para poder fortalecernos y amoldarnos conforme a tu imagen. Te lo
agradecemos en tu Nombre, amén.
¡Te bendigo! Pastor Antonio
Trejo