domingo, 2 de septiembre de 2012

Pide sabiduría


▲ Dondequiera que esté la sabiduría de Dios, hay fruto abundante en buenas obras.
 “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”

(Santiago 1:5)

La Carta de Santiago es uno de los escritos que más instruyen del Nuevo Testamento: presenta un admirable resumen de los deberes prácticos que conciernen a todos los creyentes. En ella se encuentran plasmadas las verdades principales del cristianismo, abundando en exhortaciones a la paciencia de la esperanza y la obediencia de la fe y el amor, o como en el caso de nuestro devocional, a la obtención de sabiduría.

La sabiduría es la capacidad espiritual de considerar y evaluar la vida y la conducta desde la perspectiva de Dios, y abarca tomar decisiones correctas y hacer lo debido de acuerdo con la voluntad divina revelada en las Escrituras. En la Palabra de hoy, Santiago comienza hablando de la sabiduría, y en un contexto más amplio se está refiriendo a la manera de superar las pruebas y llegar a la madurez. Es que las pruebas, sin la sabiduría divina, no producen madurez; si se padecen sufrimientos sin sabiduría, no hay madurez. De igual modo, si tenemos conocimiento de la sabiduría de Dios pero no la hemos practicado en una prueba, tampoco habrá crecimiento espiritual. ¿Pero, en qué consiste esa sabiduría? Es la capacidad de ver las cosas como las ve Dios, es decir, contemplar las cosas como son en vez de cómo se muestran o cómo parecen, y la habilidad de escoger la mejor opción en cada situación. Es, en otras palabras, la capacidad de seguir el camino que nos llevará al bien, a pesar de los engaños del adversario.
En el libro de Job aparece esta pregunta: ¿De dónde, pues viene la sabiduría? He aquí la respuesta: “Sólo Dios sabe llegar hasta ella” (lee Job 28:20,23). En este mundo, si alguien tiene información que otros desean tener, generalmente cobra por ella. Dios, en cambio, no es así. El no cobra por la sabiduría; más bien, la da generosamente a quienes se la piden. Eso es lo que enseña la cita bíblica de hoy: si te falta sabiduría, sólo tienes que pedírsela a Dios. A Él no le importa quién eres, qué has hecho, o de dónde vienes; si tú quieres empezar a vivir según Su sabiduría, sólo tienes que pedírsela.

Es el Espíritu Santo el que trae la sabiduría. Jesús les dijo a sus discípulos: “Si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!” (Lucas 11:13). Sabemos que el Espíritu Santo viene a morar en nosotros en el momento de la salvación; pero podremos experimentar con mayor o menor intensidad Su presencia y Su poder en nuestras vidas, según cómo nos manejemos en la sabiduría de Dios. Si se lo pedimos a nuestro Padre celestial, El nos dará más de la presencia del Espíritu para que podamos tener sabiduría en la prueba.

Amigo lector, cuando te encuentres en una prueba de tu fe -que puede ser por algún problema en la vida que te agobia, o por alguna persona que te aflige, o por alguna duda que te perturba-, recuerda pedirle a Dios Su sabiduría. ¡Recuerda que si eres creyente está en ti su Espíritu Santo, y deja que El te ayude a saber cómo obrar!

Oración
Nuestro crecimiento como hijos de Dios depende de nuestra madurez espiritual. Nuestra capacidad para enfrentar la vida, con toda la certeza de obtener la victoria, depende de poner en práctica la sabiduría de Dios, que es “pura”, “benigna” y “llena de buenos frutos” (Santiago 3:17). Hoy nos comprometemos a buscarla con todas nuestras fuerzas; en tu nombre Señor Jesús, amén.

¡Te bendigo! Pastor Antonio Trejo